Aspecto Religioso y Espiritual: La Semana Santa es una época de reflexión y devoción para muchas personas, ya que se centra en los eventos centrales de la fe cristiana. Las celebraciones religiosas pueden fortalecer la conexión espiritual de la comunidad, proporcionando momentos de oración, meditación y participación en rituales litúrgicos.
Colectividad y Tradición: Las festividades de Semana Santa a menudo fomentan un sentido de unidad y pertenencia en la sociedad. Las personas participantes en procesiones, eventos religiosos y actividades culturales compartidas, lo que refuerza los lazos comunitarios y preserva las tradiciones locales.
Impacto Económico: En algunas regiones, las celebraciones de Semana Santa pueden tener un impacto económico significativo. El turismo religioso atrae a visitantes locales e internacionales, lo que puede generar ingresos para la comunidad a través de la venta de alimentos, artesanías y servicios relacionados con el turismo.
Cultural y Artístico: Las representaciones teatrales, procesiones y otras expresiones artísticas relacionadas con la Semana Santa pueden enriquecer la vida cultural de la comunidad.
Feria bianual realizada desde el año 2002 los meses de julio. cuanta con una programación que incluye exposición de aeronaves, muestras comerciales, espectáculos aéros, actividades academicas y espacios para el networking, con invitados de países de América y Europa, del sector aeronáutico.
Considerada como una de las celebraciones religiosas más antiguas de Colombia. Desde tiempos coloniales ha sido este acontecimiento un motivo de visita por habitantes de diferentes lugares de la región y el país, se vive en la segunda semana del mes de abril.
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Es el festival de música electrónica más importante del Oriente Antioqueño, cuenta con presentaciones artisiticas de Djs nacionales e internacionales, lo cual permite el intercambio cultural propicio para el enriquecimiento de los asistentes, se realiza en la primera semana de julio.
Las nutrias, especialmente la especie Lontra longicaudis, habitan el río Negro en Rionegro desde 2018, siendo un indicador de la buena salud del ecosistema acuático. Pueden avistarse en temporada seca en zonas como la Calle de la Madera y la quebrada La Pereira. Son mamíferos acuáticos juguetones con un cuerpo hidrodinámico y pelaje denso.